Invertamos en una buena faja PÉLVICA ( ¡¡que no abdominal!!).
Durante el embarazo, sobre todo en el 3er trimestre, el pubis y las sacroilíacas ( parte de las caderas, para que nos entendamos) soportan mucho peso por el aumento que va adquiriendo nuestra tripa. Por ello, es habitual que durante estos meses aparezcan dolores tanto en la zona púbica como en las ingles que pueden ser muy incapacitantes. Uno de los mejores consejos es intentar llevar al bebé "alto", lo cual nos permitirá descargar dicha zona de tanto peso. Para ello, podemos utilizar la mencionada faja pélvica PERO...usada en sentido contrario, es decir, el cierre por detrás ( la doble tira de delante hacia atrás).
En el postparto, la pubalgia ( dolor parecido al anterior) también es muy frecuente. En este caso, normalmente se da por una diástasis ( separación) de ambos huesos por el parto. También suele ir acompañado con un dolor intenso en la zona púbica e incluso podemos notar una inestabilidad al andar. Para este caso, usamos la faja pélvica tal y como se enseña en la foto. Si aun así, tenemos la suerte de no tener este dolor postparto, este tipo de faja es también muy aconsejable para ayudar que vuelvan aquellas que un día fueron nuestras preciadas caderas. Tras dar a luz, la relaxina ( esa hormona que relaja nuestros ligamentos para favorecer el parto) se mantiene en nuestro cuerpo durante 8 semanas aproximadamente. Es momento de aprovecharnos de ello y usar dicha faja ( DURANTE ESAS 8 SEMANAS). Cuidado con la presión ejercida. No por presionar más conseguiremos mejores resultados. Paciencia y sentido común, que nuestro cuerpo es más inteligente de lo que creemos, pero necesita su tiempo.
Si no disponemos de faja, como truco os aconsejo el uso de vaqueros de talle más bien bajo para ayudar a "cerrar" dicha zona ( eso sí, con camiseta larga que tape nuestro experimento, no me seáis tan valientes).
Y para finalizar, pero no por ello menos importante...por favor NO al uso de FAJA ABDOMINAL para recuperar nuestra tripa. Existen otros métodos para ayudar a recuperar nuestra antigua tripa ( entre ellos, algo tan olvidado llamado ejercicio cuando sea el momento) pero no forcéis algo que encima puede tener consecuencias muy negativas en algo tan preciado y que ha sufrido tanto durante el parto como es nuestro suelo pélvico. El uso de este tipo de fajas incrementa mucho la presión sobre esta zona y quizá nos ayude a bajar en volumen más rápido pero también es posible que su peor consecuencia sea una incontinencia urinaria nada atractiva.
Insisto, ¡sentido común!.
