Estas semanas, intentaré hablaros de consejos o prácticas de preparación al parto que en muchas ocasiones, como ésta, coinciden con lo que yo debo llevar a cabo dado que estoy en la semana 34 de gestación. Hoy, os hablaré sobre el masaje perineal, una de las prácticas más importantes de cara a preparar una de las zonas que a priori, más sufre durante el parto ( y en consecuencia, en el postparto). Para no extenderme demasiado, intentaré resumirlo de forma clara en unos puntos:
- Comenzar a realizarlo hacia la semana 34. Mejor después de una ducha caliente, la musculatura estará más relajada. Uñas cortas y manos limpias, que luego nos vienen los disgustos. Preferiblemente enseñárselo a tu pareja y que sea ella quien ( sin caracter sexual a ser posible, que nos conocemos) sea la encargada de realizarlo para mayor comodidad de ambos. Si no es posible, o se prefiere autorealizar os recomiendo el uso de un pequeño espejo para poder visualizar bien la zona. Sea cual sea la opción es importante que la mujer previamente conozca bien la zona y dedique unos minutos a familiarizarse con su periné ( cosa que por otro lado ya debería haber hecho, independientemente de embarazado de por medio o no). En el caso de hacérselo a una misma, la mejor posición es semisentada o de pie apoyada en una zona más alta con una de las piernas sobre una silla.
- Lo mejor para lubricar la zona es el aceite de almendras o rosa mosqueta ( nada de aquellos derivados del petróleo). No escatimemos. Tanto en dedos como en la zona a tratar. Dedos índice y corazón en posición de gancho.
- Introducimos dedos ( 3-4cms) en la vagina y realizamos un movimiento hacia abajo ( como si nos dirigiéramos hacia el recto) y hacia afuera. Posteriormente realizamos mismo movimiento hacia abajo y hacia los lados de la vagina. El movimiento consiste en un estiramiento de la zona por lo tanto, lo haremos con suavidad pero es necesario que lo notemos ( incluso puede molestarnos en un principio). Mantener un par de minutos. Acabar haciendo un masaje en movimiento de vaivén sobre la zona del periné durante 3-4´ (con dedos pulgares, índice y corazón). Aprovechamos para imaginarnos la sensación de presión de la cabeza del bebé y nos concentraremos en intentar relajarla.
- Realizarlo todos los días durante 10 minutos.
Este masaje nos ayudará a tomar conciencia del suelo pélvico de cara al parto y conseguiremos un tejido perineal más elástico, ayudándonos en el postparto a la recuperación de la zona y a evitar esos desagradables desgarros que tantos problemas pueden ocasionarnos.
Hala, ya no hay excusa. Manos a la obra, que ¡ya no queda nada para comprobar resultados!
** En embarazos múltiples o de riesgo consultar con el ginecólogo previamente.
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